Comunidad Segura es un programa al que convoca el Distrito Antillas México Sur por medio de la OAMEL con el objetivo de establecer una cultura de protección de niñas, niños y adolescentes en las Instituciones Educativas Lasallistas, con orientaciones y lineamientos para la prevención y actuación en casos en los que se vulnere su bienestar.
El enfoque principal de este programa distrital debe ser preventivo, en el entendido de que la esencia lasallista es formativa y una buena prevención disminuye considerablemente la probabilidad de que ocurra alguna incidencia.
La clave para la prevención está en entender que no se trata de un mero protocolo, sino de un fenómeno que permea en todas las áreas de una comunidad. No se puede hablar de estrategias de prevención para el abuso, acoso, maltrato y violencia en los niños y jóvenes sin voltear la mirada hacia las relaciones que existen entre directivos, docentes y colaboradores.
La literatura lasallista considera muchos elementos preventivos que resultan muy útiles ante las necesidades actuales, por lo que el contenido del presente documento no debe realizarse de manera aislada, tiene que considerar aquellos otros existentes que sientan las bases del lasallismo: valores, objetivos, características etc.
Aunque la prevención tiene la intención de evitar que se presente en las instituciones cualquier situación que ponga en riesgo a quienes integran la comunidad, no garantiza la ausencia de casos que deban ser atendidos de manera inmediata. Así, el enfoque preventivo de Comunidad Segura incluye algunos recursos para el manejo de situaciones que requieran atención inmediata y cuidadosa. Este documento orientador considera que cualquier acción debe realizarse conforme a lo que solicitan las autoridades nacionales y estatales, por lo que no sustituye ni propone un camino diferente al trazado en leyes, códigos, reglamentos o protocolos vigentes2.
Ante cualquier situación de abuso sexual, acoso escolar, maltrato escolar o cualquier tipo de violencia que requiera ser atendida, la prioridad es salvaguardar el bienestar de niños y jóvenes, considerando las implicaciones para la institución en el ámbito legal y de comunicación hacia adentro y hacia afuera de la institución.
Por todo lo anterior, se vuelve necesaria la construcción de una estructura en cada uno de los planteles del DAMS que defina con claridad las responsabilidades de prevención y actuación, estableciendo un mecanismo de respuesta coordinado entre las obras educativas y las autoridades distritales
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