Cuando se escucha el término “inclusión educativa” de inmediato hace referencia a visualizar a las minorías, entidades como todas aquellas personas que por alguna condición no pueden hacer valer sus derechos y se encuentran en una situación de desventaja en cuanto a su desarrollo integral.
La Salle desde sus orígenes tuvo una visión humanista e innovadora, que sigue vigente en la actualidad y dónde se contempla a la inclusión como una característica primordial en el estilo de acompañamiento que se da a cualquier estudiante en las instituciones Lasallistas.
La Salle tomó como misión llevar la educación a aquellos que no tenían acceso a ella, porque estaba consciente que solo a través de esta, el hombre puede desarrollarse como persona y ocupar un lugar de bien en la sociedad. Su misión sigue vigente en nuestros días, por eso abrimos nuestra institución a la inclusión educativa de alumnos con condiciones o discapacidades que implican retos y barreras al abordarse desde la escuela tradicional.
Nuestro programa entiende la inclusión como la eliminación de barreras, que impidan el aprendizaje y la participación de los niños y jóvenes en actividades de aprendizaje, recreativas, culturales y sociales, el objetivo es lograr la mayor participación posible en el contexto escolar. Para lograrlo utilizamos un marco teórico sólido (la neuropsicología histórico cultural) y retomamos los pilares de filosofía lasallista: “juntos y por asociación, al servicio de los más necesitados, con un espíritu de fe y esperanza”
A través del programa de inclusión educativa reavivamos la certeza de que en la comunidad está la fuerza, alumnos, docentes, monitores, orientadores, padres de familia, administrativos, directivos y terapeutas trabajamos en colaboración, juntos y por asociación, para dar respuesta a las necesidades y particularidades de cada alumno que es parte de este programa de inclusión educativa.
Las barreras y los retos académicos que implica cada condición, reavivan el celo por la misión, la pasión por enseñar, por ir más a allá de lo que le funciona a la mayoría, nos une en cada obstáculo, nos empuja a resolver las diferencias o los obstáculos en pro del bienestar de cada alumno, además dinamiza las didácticas en el aula, nos lleva a evaluar nuestro quehacer diario y modificar nuestras acciones de forma constante, llevándonos a la calidad educativa.
La inclusión implica retos, pero también implica pasión, comunicación, solidaridad, objetivos compartidos, reafirmación de la vocación, sensibilización, empatía, compañerismo, cambio constante, mejora continua, satisfacción, donación, nos lleva a formar lazos con otros actores de la sociedad, a actuar no solo pensando en el logro de objetivos, sino con la mirada puesta en cada alumno, en el reconocimiento de sus fortalezas y necesidades, esto genera una visión humanista y de reconocimiento al valor de la vida de cada alumno, también nos lleva a reconocer nuestras fortalezas y áreas de oportunidad como comunidad educativa, pero la diferencia es que ahora las áreas de oportunidad son una puerta al desarrollo, al crecimiento y a la esperanza de brindar un lugar donde los alumnos pueden vivir y ser parte de experiencias de servicio, lucha y empatía, solo por buscar el bien del menos favorecido, podríamos decir que es otra manera de evangelizar, de hacer vida los valores inspirados en Jesucristo.
En conclusión la inclusión nos enriquece, nos hace saborear la vida, una vida real, donde hay incertidumbre, hay dificultades, pero también hay comunidad, nos acerca al ideal cristiano de “vernos como hermanos”, recordando que las relaciones fraternales dentro de la familia distan mucho de ser perfectas y alejadas de todo conflicto, pues sabemos que esto es parte de la vida familiar, pero dentro de la familia prevalece el amor, el sentido de pertenencia y la confianza de saber que se cuenta con el otro.
Para nosotros la inclusión es la esperanza de construir una escuela que con cada experiencia se transforma positivamente, para acudir a dónde están las fronteras, para tender puentes. Por medio de la inclusión respondemos al llamado que inspiró a nuestro santo fundador.